El Valor de Vida del Cliente, LTV por sus siglas en inglés, es una métrica clave para medir la rentabilidad de un cliente durante su relación con la compañía.
Asegurarse del crecimiento del LTV es estrictamente necesario para asegurar el éxito a largo plazo del negocio, pues a partir del punto en donde se encuentre, tendremos más posibilidades de acertar con las decisiones estratégicas que debamos tomar.
Tener conciencia del estado del LTV nos va a permitir determinar nuestra oferta según sus gustos y necesidades y saber cuánto debemos invertir en la búsqueda de nuevos clientes.
La implementación de programas de incentivos es esencial para aumentar el LTV, puesto que fomenta la lealtad del cliente a partir de las recompensas por sus compras y aumenta su retención, estimula las compras adicionales además de genera recomendaciones positivas y, así nuevos clientes. Además, se crean experiencias de compra positivas y diferenciación ante la competencia. También permite una mejor adaptación a los cambios de comportamiento del cliente y se facilita la adquisición de sus datos, llevando a cabo una mejor y más efectiva personalización.
Programas de incentivos:
Cashback
En el momento en el que devolvemos una parte monetaria o créditos pro compras pasadas a los clientes, se anima a que estos vuelvan a realizar una compra con el fin de aprovechar estos beneficios. Además, se sienten agradecidos y sus ganas de seguir consumiendo en esta compañía aumentan.
Ofertas y descuentos especiales
Las promociones o los descuentos especiales motivan a los clientes a llevar a cabo compras adicionales, pues sientes que están adquiriendo un valor adicionar y perciben que compran más por menos, lo que les hace sentir satisfechos con su compra.
Programas de lealtad
Los programas de lealtad recompensan la fidelidad de los clientes a partir de puntos, descuentos o recompensas especiales. Fomentan que el cliente compre de nuevo en ocasiones futuras, pues buscan la acumulación de beneficios a lo largo del tiempo.
Programas de referidos
Al proporcionar recompensas a los clientes que sugieren y animan a otros clientes, se crea un ciclo de captura de clientes propulsado por la recomendación. Esto permite que se lleve a cabo un aumento importante en las ventas de la empresa.
Incentivos no monetarios:
Experiencia del cliente satisfactoria
Ofrecer al cliente una buena experiencia de compra es un incentivo positivo y poderoso. Un servicio al cliente eficiente, entregas rápidas y pasos sencillos durante el proceso de compra, van a ser factores que aumentarán su satisfacción y ánimo por volver.
Contenido exclusivo
Ofrecer a los clientes el acceso exclusivo a eventos, contenido único o productos previamente que a los otros clientes, generará un aumento de su satisfacción y lealtad con la marca.
Desafíos y logros
Crear programas de desafíos o logros que premien los objetivos alcanzados por los clientes, motivará a la participación continua. El número de compras realizadas o el tiempo de permanencia son dos ejemplos muy comunes a tener en cuenta.
Gratitud y reconocimiento
Reconocer y agradecer, dos acciones que siempre son valoradas y permanecen en la memoria de quienes la reciben, asegurando la creación de lazos emocionales. Las tarjetas de agradecimiento son una buena forma de hacer saber a tu cliente que valoras su compromiso con tu empresa.
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Invertir en estas estrategias consolidará tus relaciones e impulsará tu crecimiento y satisfacción.
